[Trata de contener la masculina risa que quiere soltar cuando hablas de los ricos, por suerte lo logra y lo convierte en una risa bastante más suave. Mantiene firme además el engance en sus brazos, para mostrarte que lo acepta por completo.] Llevo más de diez años en esto, no me menosprecies. Y oh, tengo unas tiendas de kimonos listas para ser visitadas, ¿te parece?