[Escucha tu historia con cierta fascinación casi infantil.... sin dejar pasar por supuesto cada salto en tu voz provocado por la estimulación. Por cada jadeo, sus esfuerzos se intensifican en aquella zona, y en éstos no hay nada de infantil.
Con un último desliz ascendente que presiona el arco de su pie contra tu despierta excitación y sus dedos contra tu abdomen, mueve su pierna a un costado para acercarse, ésta vez siendo una de sus manos la que presiona contra tu cadera] ¿Y qué hay además de puertos?