Tenemos una larga noche para practicar, no voy a ser solo boca. Me tiraría al estanque antes de ser cómo esos sujetos que hablan sin experimentar. [Un suspiro suave escapa de sus labios cuando la caricia continúa ascendiendo por su muslo y negará tan sólo un poco, por mucho que le complazca verte humillado en este momento disfruta más de la caricia.]
Si no quieres deudas conmigo, hagamos un trueque. Por cada vez que me hagas sentir bien, te contaré una anécdota del mundo que he visto allá afuera.