[Le alivia escuchar eso. Cuando llegó aquí, seguía destrozado por la muerte del noble que lo había estado cuidando. Pero tiene que confesar que además sintió miedo cuando la familia de quien fue su protector decidió venderlo a esta casa. No ayudó mucho que las primeras personas con quienes se encontró lo trataron con hostilidad.
Y entonces tú te acercaste a él para ayudarlo y darle palabras de ánimo y confortarlo de cierta manera. No le gustaría que alguien te estuviera maltratando] Debe disfrutar tu compañía. Aunque si sigue pidiendo tantas citas, no podrás enseñarme nada.