[Ya ni puede sorprenderse, la repetición sólo le irrita]
No, te escuché y entendí perfectamente la primera vez. Sólo no creía que estuvieses hablando en serio...noquería creer que estuvieses hablando en serio, Komaeda...-san.
No creo que a Naegi-san le hubiese agradado esa medida.