[Ya es una bola de nervios y lágrimas y emociones, por lo que vuelve a abrazarte con fuerza buscando algo de apoyo en tu hombro, hablando entrecortado.] Podemos ser un montón de cosas, cosas que se atraigan, cosas que se opongan, cosas que no deberían estar juntas. Pero nadie, absolutamente nadie puede quitarnos la sangre que nos une. Y esa sangre es la que me hace quererte como te quiero, por muy enfermizo que suene. Esa sangre es la que me permite estar a tu lado sin que nadie pueda oponerse.