[Van a verse más de una vez más, a veces en el mismo callejón donde se conocieron, otras, simplemente hablando por esa conexión que ahora los une. Van a pasar las semanas y la gente murmura, claro que lo hace, que el hijo de aquel traidor está actuando raro, que ahora se defiende y alza su voz para decir lo que piensa.
Incluso sus amigos notan un cambio, lo ven más alegre, con mayor apetito, con un poco más de confianza.]