[Si no le dejas otra opción...] Te ordeno, como tu rey y tu esposo, que te conviertas en dragón.
[Qué más da, si por ese método no vas a cumplir pues te soltará pero sólo para que su mano vague por otros lados, podrás sentir cómo sube por tu muslo a la par que su respiración relajada choca contra la piel entre tu cuello y quijada.]