Dec. 10th, 2019 at 10:57 PM
[¡Jo-jo-jo... dido calor que hace!
Para la gente nueva que no esté acostumbrada a celebrar Navidad en medio del verano, esta puede ser una experiencia reveladora, pero aquellos más veteranos sabrán que Diciembre es un mes para guerras de agua, y no batallas de nieve. El problema es... que este Diciembre está siendo incluso más caluroso que lo usual, y ni siquiera un día de playa o un globo de agua certeramente lanzado a la cabeza ayudan a combatir mucho las altas temperaturas.
Bueno, pues sus dioses han escuchado sus plegarias. No, no ese niñito de ojos felinos que va correteando por ahí haciendo travesuras. Tampoco ese rubio gigantón de la sonrisa encantadora. Ni el hombre serio que tiene por pasatiempo revivir. Ni tampoco esa chica que-- Digamos que ninguno de sus dioses locales respondió a sus plegarias. A veces un dios puede ser sólo una pobre persona que está derritiéndose de calor en alguna parte, tiene un teclado y tiempo libre, y busca alivio vicariamente a través de ustedes.
El asunto es que, apenas amanece, caerá sobre el pueblo lo inesperado: nieve.
Pero no caerá en románticos copos que podrán mirar desde sus ventanas con una taza de algo caliente, no. Tal como suena-- simplemente caerá, toda de una sola vez, como si alguien hubiera dado vuelta un gigantesco cubo de nieve sobre la tierra. Honestamente, son cosas como estas las que hacen que los presentadores del tiempo pierdan sus trabajos.
Los más expertos en nieve, eso sí, se darán cuenta que no es nieve real, si no nieve falsa-- probablemente el presupuesto a estas alturas del año no es el mejor, así que habrá que conformarse con lo que reciben. Nuestra recomendación es que se apresuren en disfrutarla, en sacar sus trineos y sus guantes, en hacer rápidamente sus angelitos y fuertes de nieve, porque el sol sigue brillante y quemante en lo alto del cielo, y no pasará mucho para que "Frosty el muñeco" se convierta en "Frosty la poza de lodo".
Presten atención, eso sí, y cuidado dónde se paran. Porque junto con la nieve cayó otra sorpresa inesperada. Una que crece verde e insidiosa entre las ramas de los árboles, sobre los postes de luz, en los techos de sus casas y marcos de sus puertas, o simplemente... flotando sobre el aire, porque por qué no.
¿Acaso no querían una blanca y fresquita Navidad? Bueno, pues asuman entonces, porque los muérdagos son parte de la promoción.]
((Random post de nieve y muérdagos, clásicos de hoy y siempre. Ya conocen las reglas: si dos personajes quedan atrapados bajo un muérdago, no podrán liberarse hasta besarse (cualquier beso, ustedes eligen!).))
Para la gente nueva que no esté acostumbrada a celebrar Navidad en medio del verano, esta puede ser una experiencia reveladora, pero aquellos más veteranos sabrán que Diciembre es un mes para guerras de agua, y no batallas de nieve. El problema es... que este Diciembre está siendo incluso más caluroso que lo usual, y ni siquiera un día de playa o un globo de agua certeramente lanzado a la cabeza ayudan a combatir mucho las altas temperaturas.
Bueno, pues sus dioses han escuchado sus plegarias. No, no ese niñito de ojos felinos que va correteando por ahí haciendo travesuras. Tampoco ese rubio gigantón de la sonrisa encantadora. Ni el hombre serio que tiene por pasatiempo revivir. Ni tampoco esa chica que-- Digamos que ninguno de sus dioses locales respondió a sus plegarias. A veces un dios puede ser sólo una pobre persona que está derritiéndose de calor en alguna parte, tiene un teclado y tiempo libre, y busca alivio vicariamente a través de ustedes.
El asunto es que, apenas amanece, caerá sobre el pueblo lo inesperado: nieve.
Pero no caerá en románticos copos que podrán mirar desde sus ventanas con una taza de algo caliente, no. Tal como suena-- simplemente caerá, toda de una sola vez, como si alguien hubiera dado vuelta un gigantesco cubo de nieve sobre la tierra. Honestamente, son cosas como estas las que hacen que los presentadores del tiempo pierdan sus trabajos.
Los más expertos en nieve, eso sí, se darán cuenta que no es nieve real, si no nieve falsa-- probablemente el presupuesto a estas alturas del año no es el mejor, así que habrá que conformarse con lo que reciben. Nuestra recomendación es que se apresuren en disfrutarla, en sacar sus trineos y sus guantes, en hacer rápidamente sus angelitos y fuertes de nieve, porque el sol sigue brillante y quemante en lo alto del cielo, y no pasará mucho para que "Frosty el muñeco" se convierta en "Frosty la poza de lodo".
Presten atención, eso sí, y cuidado dónde se paran. Porque junto con la nieve cayó otra sorpresa inesperada. Una que crece verde e insidiosa entre las ramas de los árboles, sobre los postes de luz, en los techos de sus casas y marcos de sus puertas, o simplemente... flotando sobre el aire, porque por qué no.
¿Acaso no querían una blanca y fresquita Navidad? Bueno, pues asuman entonces, porque los muérdagos son parte de la promoción.]
((Random post de nieve y muérdagos, clásicos de hoy y siempre. Ya conocen las reglas: si dos personajes quedan atrapados bajo un muérdago, no podrán liberarse hasta besarse (cualquier beso, ustedes eligen!).))