[Durante los últimos días, muchos visitantes han llegado a la tierra de Nada sin una invitación formal, o al menos una apropiada celebración de bienvenida. Para arreglar esta falta de cortesía y decoro, la H. Gerencia, a lo largo de la mañana, hará llegar a cada uno de sus invitados, temporales o más permanentes, una delicada invitación en papel transparente y elegante letra cursiva, que reza así:
La H. Gerencia le extiende la presente
con motivo de convocar su distinguida presencia
para participar de la espléndida Mascarada de Invierno
y sus agasajos sinfín,
a partir de la puesta de sol,
esta noche en el Salón Glacial
de la venerable Mansión.La tarjeta es enigmática, sin duda, pero queda claro lo verdadero de sus palabras cuando, al atardecer, estalagmitas de hielo luminosas aparecen misteriosamente a ambos lados del camino colina arriba que lleva hacia la Mansión, convidando a los entusiastas y a los curiosos a acercarse. Cuando por fin lleguen al antiguo edificio, el camino congelado continuará guiándolos hacia su interior, a través de los laberínticos pasillos, hasta la puerta de uno de los múltiples salones abandonados, que hoy, y haciendo honor a su improvisado nombre, luce como sacado de ensueño.]
[Pistas de hielo, columnas translúcidas, lámparas de carámbanos, e intrincadas figuras y adornos tallados en el blanco de sus paredes, el Salón Glacial es más amplio por dentro de lo que uno sospecharía desde afuera, y mucho menos gélido que lo que su aspecto daría a suponer. Adentro esperan a cada invitado mesas de hielo con bebidas calientes y vigorizantes, y deliciosa comida, además de música para bailar dulcemente en los cálidos brazos de alguien más por el resto de la noche, si tienen tanta suerte.
Y, como la Gerencia sabe que su invitación fue algo apresurada y es probable que la mayoría no tendrá tiempo ni oportunidad de prepararse adecuadamente para el magno evento, se tomará la libertad hacerse cargo de sus atuendos. Así que no se preocupen si no cuentan con vestido, traje o máscara, porque de momento que entren en el salón sus ropas cambiarán mágicamente para que luzcan acorde a la ocasión, aunque
algunas más que
otras.
Si estos arreglos no les parecen suficientemente interesantes, tal vez puedan encontrar diversión en intentar reconocer a los invitados tras las máscaras, adivinar quién es quién, y llevarse más de alguna sorpresa, o alguna decepción, cuando llegue el momento de revelar identidades. O quizás, simplemente, decidan regodearse en el enigma y mantener en secreto mutuo las risas compartidas, los bailes aceptados y las miradas robadas.
Antes que todo, la Mascarada al menos será una excelente manera de romper el hielo. Porque, ¿qué mejor modo hay de conocer gente nueva que usando una máscara diferente a la que luces todos los días?]
((¡Segundo post de nuestro evento de la Cuarta Pared! Toda la información que necesitan en ese link, usen y abusen de este post para calentar los ánimos como mejor les parezca, brrr.))