Oct. 14th, 2017 at 8:49 PM
[Es bastante posible que esta mañana los despierte un sonido de un terrible retumbar, y las paredes alrededor de sus habitaciones estremeciéndose y tambaleándose. Pero no es precisamente un terremoto, sino algo un poco más... extremo:
La tierra se está levantando.
Tal y como suena, gruesos pilares de la tierra se están levantando hacia el cielo, algunos alzándose como empinadas montañas y otros separándose completamente, de manera que (sus ojos no los engañan) se mantienen levitando en medio del aire. Si se asoman por sus ventanas notarán que el bosque, los estanques, el desierto y sus casas, y el pueblo entero en realidad, ahora se asientan sobre una de estas montañas o bloques de tierra flotante, y que metros y metros más abajo se puede ver el resto de la tierra, el río, el mar hacia el horizonte. Hay cascadas cayendo desde las montañas flotantes allí donde el río fue interrumpido, y el cielo brilla límpido y azul, con suaves nubes cruzándolo. Es una vista realmente espectacular, incluso si hace que la tierra de Nada parezca un extraño rompecabezas a medio armar.
Pero, tal vez incluso antes de eso, sea otra cosa la que los despierte. Esa extraña sensación de presión e incomodidad en sus espaldas, y de estar rodeado por algo suave y mullido, casi como si estuvieran durmiendo sobre una colcha de plumas... Que, de hecho, es casi cierto. Esperamos que no les cause demasiada conmoción notar, al levantarse y estirarse, que ahora cada uno de ustedes tiene un par de alas asomando por sus espaldas. Grandes, pequeñas, coloridas, opacas, de plumas alborotadas o lisas... De todas las formas y tipos de ave que puedan imaginar.
Ahora el cambio de escenario tiene mucho más sentido, por supuesto, porque todos esos acantilados y montañas hacen el hábitat perfecto para poder estrenar sus nuevas alas, e intentar algo con lo que ha soñado la humanidad desde el inicio de los tiempos: volar.
Por supuesto, es posible que les tome un tiempo acostumbrarse a sus nuevas extremidades-- desde acostumbrarse a la sensación de ellas y el roce de las plumas, hasta cosas tan simples como pasar por una puerta o vestirse. Y también puede que a los más vertiginosos la idea dar el salto de fe y lanzarse al vacío para probar si pueden, de hecho, volar, no les atraiga demasiado. Pero si las alas tienen algún otro uso más que volar, esta es la oportunidad de comprobarlo.
Para el resto: ha llegado la oportunidad de extender sus alas, y elevarse hacia el cielo azul. No la desaprovechen.]
((¡Post dewing porn alas! El escenario cambió para que los personajes puedan revolotear como angelitos por el cielo, es momento de ser trash. Y recuerden, como dijo Steve Jobs alguna vez: si tú lo deseas puedes volar...))
La tierra se está levantando.
Tal y como suena, gruesos pilares de la tierra se están levantando hacia el cielo, algunos alzándose como empinadas montañas y otros separándose completamente, de manera que (sus ojos no los engañan) se mantienen levitando en medio del aire. Si se asoman por sus ventanas notarán que el bosque, los estanques, el desierto y sus casas, y el pueblo entero en realidad, ahora se asientan sobre una de estas montañas o bloques de tierra flotante, y que metros y metros más abajo se puede ver el resto de la tierra, el río, el mar hacia el horizonte. Hay cascadas cayendo desde las montañas flotantes allí donde el río fue interrumpido, y el cielo brilla límpido y azul, con suaves nubes cruzándolo. Es una vista realmente espectacular, incluso si hace que la tierra de Nada parezca un extraño rompecabezas a medio armar.
Pero, tal vez incluso antes de eso, sea otra cosa la que los despierte. Esa extraña sensación de presión e incomodidad en sus espaldas, y de estar rodeado por algo suave y mullido, casi como si estuvieran durmiendo sobre una colcha de plumas... Que, de hecho, es casi cierto. Esperamos que no les cause demasiada conmoción notar, al levantarse y estirarse, que ahora cada uno de ustedes tiene un par de alas asomando por sus espaldas. Grandes, pequeñas, coloridas, opacas, de plumas alborotadas o lisas... De todas las formas y tipos de ave que puedan imaginar.
Ahora el cambio de escenario tiene mucho más sentido, por supuesto, porque todos esos acantilados y montañas hacen el hábitat perfecto para poder estrenar sus nuevas alas, e intentar algo con lo que ha soñado la humanidad desde el inicio de los tiempos: volar.
Por supuesto, es posible que les tome un tiempo acostumbrarse a sus nuevas extremidades-- desde acostumbrarse a la sensación de ellas y el roce de las plumas, hasta cosas tan simples como pasar por una puerta o vestirse. Y también puede que a los más vertiginosos la idea dar el salto de fe y lanzarse al vacío para probar si pueden, de hecho, volar, no les atraiga demasiado. Pero si las alas tienen algún otro uso más que volar, esta es la oportunidad de comprobarlo.
Para el resto: ha llegado la oportunidad de extender sus alas, y elevarse hacia el cielo azul. No la desaprovechen.]
((¡Post de