[Y a este niñito lo podrán ver, POR UNA VEZ, de hecho disfrutando de la escuela. Resulta que, a fin de cuentas, era un lugar mucho más divertido de lo que pensaba.
Y ha aprendido muchas cosas en este lugar (a cómo volar de manera segura, a construir fuertes y ayudar a sus amigos, a compartir y a decir la verdad, y que, por más que lo intente, nadie va a convertirlo en un tigre mágico volador), y se ha divertido muchísimo más, pero ya es hora de que regrese a dónde lo necesitan, y hacerse cargo, y ayudar.
Pero eso no quita que no vaya a disfrutar su último día lo más que pueda, y corretear por todos lados, meterse en todos los puestos, probar todos los bocadillos, arrastrar a jugar a todos sus amigos, y cambiarle el nombre a su rana unas siete veces más, antes de su última presentación musical. Cuando llegue el final del día estará cansado, pero contento, y listo para volver junto a su hermano a Lo Desconocido, para poder llevarlos de regreso a casa.]