[En las afueras de la ciudad hay alguien cuya sangre no es tal, que no tiene un corazón que pueda latir.
Está afuera de un vagón de aspecto bastante arruinado, juntando unas flores por ahí e intentando no pensar demasiado, no preocuparse, no sentirse culpable y dolido a la vez. No es fácil ahora.]