Tierra de Nada

[La magia puede abrir muchas puertas.

La primera puerta que abre, es la puerta al conocimiento. Misterios, atajos y secretos que no todas las personas conocen, y que menos incluso pueden manejar. Así que no es una sorpresa que aquellas personas que usan magia suelan tener dominada la sonrisa de yo-sé-algo-que-tú-no, tan provocadora y tan irritante. Pero, siendo honestos, sí saben algo que tú no, la mayor parte del tiempo, y se han ganado el derecho a usarla.

En este caso, la regla se repite, y brujas, magos y hechiceros sabrán muchos días antes que nadie lo que ocurrirá esta noche. Incluso si es sólo porque recibieron una invitación a una reunión muy exclusiva, justo con la intención discutir, decidir y planificar. En las sombras, como suelen hacer las cosas las personas mágicas, casi más por la estética que por obligación (seamos honestos en esto también).

No tiene importancia, especialmente para las personas no-mágicas, que no podrán saber o suponer nada de esto, al menos hasta que reciban su propia invitación. Porque hace un par de días, todos los habitantes habrán recibido una sencilla y elegante tarjeta, de fondo blanco y letras cursivas y doradas, que en sus largas subidas y onduladas bajadas recitan esto:

"El
Concilio de Personas Mágicas
tiene el agrado de invitarle a
una Velada Obnubilada,
con Música, Misterios y Maravillas,
y
Deslumbrantes Demostraciones."

Detrás de la tarjeta podrán encontrar la fecha, hora y lugar, entre más florituras. Y cuando se acerquen a la fecha, hora y lugar (hoy, por la noche, en el Salón de Baile la Mansión), esto es lo que se encontrarán:



Sentirán la magia en el aire apenas poner un pie adentro, comenzando porque el salón luce muchísimo más grande por dentro que por fuera... y que el cielo ha sido reemplazado por un hermoso cielo nocturno, lleno de estrellas que titilan, constelaciones y nebulosas. Sus ropas probablemente cambien a algo más apropiado, aunque cómodo, desde hermosos y prácticos vestidos o trajes elegantes, a túnicas brillantes o faldas y chales rodeados de cuentas. El salón está alumbrado por luces de todos colores que parecen provenir de todas partes y ninguna a la vez, y lleno de árboles y flores que parecen crecer desde el mismo suelo, o nacer en la madera de sillas y mesas.

Fiel a su promesa, la velada los dejará obnubilados, porque en cada rincón en el que miren encontrarán un pequeño detalle mágico y fascinante. Tal vez son las bebidas, que los harán sentir exaltados y soltar risitas tontas, o tal vez escupir fuego, o quizás bailar tap como si fueran expertos. O también en la comida, que de alguna manera misteriosa, y sin importar lo que sea, sabrá como su comida favorita en el mundo. Podrán encontrar magia también en las jugosas frutas que caen de los árboles, que si prueban les permitirán cambiar un aspecto de su apariencia a voluntad, o en las flores que brotan de las sillas y que le susurran en secreto a quienes las llevan algún sueño olvidado hace mucho tiempo. Hay magia también en las estanterías con libros en las paredes, libros que una vez abiertos forman con la tinta de sus palabras las imágenes de las historias que relatan; y hay magia en las puertas de distintas formas, tamaños y colores que cubren todas las paredes del salón, y que pueden llevarlos en un atajo a la playa nocturna, o directo a un tesoro en lo más profundo de las cuevas, o simplemente hacerlos salir por otra puerta en el mismo salón, verse a sí mismos de espaldas al otro lado, una paradoja de espejos sin espejos.

Y, como fue prometido también, la noche estará llena de demostraciones deslumbrantes, porque eso mismo es todo lo que esta noche es: un trabajo colaborativo de brujas, magos y hechiceros, entretejiendo encantamientos, fusionando pociones y compartiendo hechizos, entre ellos mismos y para los demás. Así que, a medida que la velada avance, todas las personas mágicas que así lo deseen tendrán oportunidad de darles una muestra de sus poderes. Algunos ofrecerán un área donde podrán levitar, otros quizás embrujen pipas que les permitan darle la forma que quieran al humo (o a las pompas de jabón, para los no fumadores). Habrá brujas que hechicen espejos para encontrar objetos que perdieron, y hechiceras que embrujarán varitas con las que ustedes mismos podrán hacer aparecer pequeños fragmentos del otoño, invierno o primavera. Magos que invocarán nubes sobre las que poder recostarse, o rayos de luz que formarán caballos trotando entre los candelabros.

Sin importar cómo se exprese la magia esta noche, en impresionantes hazañas o detalles casi domésticos, hay una sola regla para ello: será bueno. Hermoso, agradable, divertido, útil o fascinante, es una magia que pretende abrir puertas más que cerrarlas. Abrir las puertas cerradas que nos llenan de miedos y prejuicios, hacia el asombro y la comprensión. Hacia el reencuentro.

Porque, ¿de qué sirve un Concilio, si no ayuda a reconciliar? Reconciliar magos y brujas, brujas y muggles, hechiceros y personas no-mágicas.

Como dijimos, la magia puede abrir muchas puertas. Y nunca se sabe cuál será la siguiente puerta que abrirá.

O la última.]

((Post mágico, organizado por el Concilio de Personas Mágicas. Si su personaje es usuario de magia, asuman que Dumbledore lo convocó hace unas semanas para poder organizar este evento, a modo de promover la cooperación mágica e involucrar más a los otros usuarios mágicos en la mantención del Concilio, y que cualquiera de ellos puede salir a lucir su magia.))