Tierra de Nada

[Backdatteado al 25 de octubre.]

[En algún lugar de Transilvania, el sol se pone.

Y con la puesta de sol, como reza la invitación que todos habrán recibido a lo largo del día (campesinos y nobles, cazadores y... otras cosas), es momento de celebrar una mascarada en los salones del Gran Castillo que se alza sobre una de las oscuras laderas que domina el valle y que, como su nombre lo dice, es el más grande de la región.

Tal vez sea desconcertante, para algunos de ustedes, haber recibido tal invitación. Pero no puede ser más desconcertante que los últimos días en este extraño lugar, viviendo en cabañas, torres o criptas que no son familiares, sin entender del todo qué es lo que se supone que esperan de ustedes. Algunos aún buscando a sus seres queridos. Otros ocupándose de ordeñar a las cabras, y mantener alejados a los lobos del bosque. Otros más siguiendo rastros, revisando cementerios. Algunos tantos debilitándose, perdiendo sus habilidades. Y algunos otros... ganando habilidades. Mejor visión. Un gran oído. Una extraña... sed.



Pero, por esta tarde, es momento de dejar esas preocupaciones de lado, y distraerse con lujosas frivolidades. Porque a medida que el cielo se tiñe de un impresionante rojo escarlata, las luces en los ventanales del castillo comienzan a encenderse, y sus puertas se abren, esperando darle la bienvenida a sus invitados. Tal vez tengas un carruaje para acercarte, o tal vez tengas que hacerlo a pie-- no te preocupes si no tienes los ropajes adecuados para tal ocasión, porque apenas cruces las rejas del castillo estarás en la tenida perfecta como por arte de magia, máscara incluida.

Y adentro... adentro el salón principal brillará en blancos, negros y dorados, opulento y grandioso, con un piso de mármol, candelabros de oro, paredes espejadas y música misteriosa que descenderá desde el cielo. Habrá mesas llenas de corderos asados, papas doradas, budines y fruta confitada, pasteles y bocadillos dulces, ponches y champañas. Pero, sobre todo, un vino rojísimo, dulce y fragante, que correrá libre por las mesas y seguro a más de alguno lo dejará mareado, eufórico y satisfecho antes del final de la noche.

Aunque, para algunos, tal vez el vino no sea suficiente.

Y cuando pase la medianoche, y la raquítica luna menguante asome su sonrisa desdentada, será el momento de partir, y regresar a la realidad de sus cabañas, torres y criptas, a las sombras de la noche y los misterios de estos días. Pero antes de eso podrán bailar hasta que sus pies se agoten, disfrutar la vista de los balcones, la intimidad de los pasillos y jardines, y la intriga de descubrir quién es quién detrás de las espléndidas ropas y las estrafalarias máscaras... e intentar descubrirlo de nuevo, cuando un arma asome bajo un vestido, y un reflejo se pierda en un espejo.

Pero no antes que, en algún lugar de Transilvania, la luna se ponga.]

((¡Segundo post de nuestro evento de vampiros! Esta vez una mascarada, auspiciada por nuestra thirst y la de los personajes. Todo lo que necesitan saber en el link, enjoy. ♥))