Tierra de Nada

[El día de hoy el frío ha aminorado un poco, dejando su manto blanco por sobre el lugar pero con la suficiente temperatura para que sea agradable salir a jugar con la nieve ¡Sin miedo de invasiones esta vez! Ah, pero hay miedo a algo más en el ambiente ¿No...?

El lugar está ambientado de forma sospechosamente romántica, velas por aquí, fogatas por allá, ollas de chocolate caliente y agradables sectores con cobijas para acurrucarse y no perder calor al aire libre en esas lindas mesitas... ¡Esos faroles son nuevos! Lástima que duren solo por el día, pero-- ¿Será solo eso? ¿Una forma de hospitalidad con los invitados? ¡Quizás! ¿Entonces por qué no puedes moverte de ahí de pronto?





Es uno de esos días.

Los muérdagos van a aparecer sobre ti, flotando quizás o enredados de forma muy conveniente para que tú y tu acompañante no puedan moverse si no es luego de besarse--Espera ¿Aún nada? Ojalá no estés ahí con alguien que odias, eso sería inconveniente, porque parece que van a tener que terminar esa cita.

Pero eso no es todo, no-- El miedo del que hablábamos antes es uno distinto, visceral e infundado, inexplicable como la repentina sensación de que esa persona que amas quizá esté mirando hacia otro lado-- O le están mirando mucho. Celos, no hay forma de justificarlos. ¡Que mala suerte entonces si los encuentras besándose!

Que empiece la telenovela.]

((¡Cuarto post de nuestro evento de cuarta pared! con un bello clásico más un bonus: ¡Muérdagos y celos! Los muérdagos pueden ser besos o también pueden obligar a los personajes a tener una cita hasta que los dejen moverse. Y además quienes ustedes deseen se sentirán repentinamente celosos. ¡Disfruten!))