Tragué saliva desviando la vista hacia Siria, quién estaba mirando a mis amigos que estaban abajo, especialmente me pareció que miraba a Deacon, después se lo comentaría sin falta, cabrón con suerte.
- Pues perfecto.- comenté poniéndome las gafas de sol y sonriéndole enormemente.- Y era por la compañía...- hice una pequeña pausa sin dejar de sonreír y le di dos toquitos en la espalda.- Nos vemos entonces en nuestro cuarto ¿no?.