Caminaba con paso ligero hacia la entrada de la universidad sumergido en mis pensamientos; como casi todas las mañanas, le daba vueltas al episodio de cualquiera de las series que seguía y que había visto la noche anterior para comentarla con Roy entre descansos. La noche anterior le había tocado el turno a Breaking Bad, y estaba tan metido en una teoría que se me había ocurrido después de ver el episodio, que casi me tropiezo con una mochila que cayó justo a mis pies en el momento que iba a subir las escaleras. La miré por un instante y luego alcé la vista, para encontrarme con una chica morena al pie de las escaleras que miraba fijamente la mochila sin hacer gesto alguno, como si con el mero hecho de observarla fuera a conseguir hacerla levitar o tal vez arder, quién sabe.
— Hasta donde yo sé, no va a volver escaleras arriba. — Recogí la mochila del suelo y subí un par de escalones hasta llegar a la chica, ofreciéndosela con una media sonrisa. — A no ser que seas científica y le hayas incorporado patas metálicas o algo parecido, y estuvieses probando si funcionaba. En ese caso, siento haberlo estropeado.