*Exclama admirando el extenso paisaje, tras tomar aire y poner los brazos en jarra. Qué maravilla. Sacarse el carnet de conducir fue definitivamente la mejor idea que pudo tener, sobre todo para poder ir a este tipo de excursiones. Ahora sólo quedaba abrir el maletero y sacar sus bártulos, y rezar para que no le hicieran cargar con las bolsas más pesadas.*