[Saludos, Nadalandia.
Seguramente más de alguno se habrá detenido a observar, curioso, las faenas de nuestros buenos Decepticons
(?) a unos kilometros del cementerio. Trabajaban con mucho esmero, después de todo, y no era una obra pequeña. Para quienes juntaron suficiente
paciencia valor y de hecho fueron a preguntarles, la invitación que les llegó en el correo no les cayó de sorpresa; y si lo hizo, no es algo particularmente importante para los remitentes. Tampoco tiene mayor mérito la reacción de quienes no preguntaron y sólo tuvieron por aviso la pequeña y ostentosamente sobria
(!?) invitación porque, a fin de cuentas, es completamente natural que sus pequeñas -y valiosas- existencias necesiten un segundo o dos para adaptarse a la noción de exactamente qué tanto más ricos son los Hellsings, y qué tanto más pobres son ustedes, en comparación.
(Nada más pregúntenle a Kazu) Hay, después de todo, una nueva pequeña mansión cerca del cementerio.
Por lo que, miserable realización de lado, los dueños de casa (y de un montón de otras cosas) esperan que logren reponerse a tiempo para asistir a la humilde inaguración de su modesto hogar. Sería una lástima tener que botar toda esa comida a la basura, o deshacerse de ese licor. Un crimen que la gentil iluminación de las velas y las antorchas no sea aprovechada. Y la buena música se disfruta tanto más entre amigos, después de todo. Lo único que se les pide a cambio es su presencia y diversión; por supuesto, no se necesita mencionar que los que no cumplan con un atuendo acorde serán felizmente anotados como voluntarios para las prácticas de tiro de la anfitriona.
Y por voluntarios, quiero decir blancos.
(Kazu puede decirles qué tan bien se sale de eso, también)Así que, por favor, amigos: hagan uso de su hospitalidad, mientras la extienden.]
((¡Baile de máscaras! Tiren gente y mézclense a gusto. Aprovechen de sacar su AC. Si quieren a Alucard o a Integral nos dicen. Diviértanse ♥))