Entonces es mi deber hacerlo: hay salidas, pero... encontrarlas no depende de usted. Tal vez lleguen más amigos (o enemigos) suyos, tal vez ya estén aquí, tal vez... ya se hayan ido. La comida no es escasa, la Mansión ya debe haberle asignado lugar para dormir. Ocurren cosas extrañas. Hay gente de muchos mundos, pero a pesar de eso, el lugar nos resulta extraño a todos. Oh, y si usted sabe pelear, los animales del bosque son una buena fuente de dinero. ¡Y más importante aún: el tiempo no pasa en nuestros respectivos mundos!