Y en todo caso, me enamoré de ti antes que se rompiera tu maldición. Bien pudiste volverte una gorda con acné, y seguirías siendo la Sophie que me volvió loco en todos los sentidos, tonta.
Claro, no voy a decir que no me aliviaba saber que tus hermanas fuesen bonitas porque aumentaban las posibilidades. Por otra parte, bien podías ser la hermana fea, pero no lo eres.