Estaba sentado mirando las nubes y entonces comprendí algo de mucha importancia: Las nubes no permanecen quietas. Y ese es un problema, porque eso significa que no puedes usarlas como puntos de referencia, así como se suelen utilizar las estrellas.
Entonces se me ocurrió una magnífica idea para poder conseguir llegar a tu destino sin que las astutas nubes confundan tu camino. ¿Sabes qué se me ocurrió?