[De repente hay olor a café: si alzas la vista de la pantalla, en la mesita de café hay una taza de café, un platito con azúcar y un poco de crema.
Y en otro sillón, con otra taza de café, hay un adolescente tomando una pluma antigua (y por antigua me refiero a que es de cisne) y un cuaderno de aparienia antigua, con un tintero cerca.]