Cuándo una persona muere, otra persona sufre por esa muerte hasta el punto en que está dispuesta a vende rsu alma porque la persona que ama regrese. Un hijo, un esposo, un amigo. Entonces el Earl del Milenio aparece, y ofrece un trato. Con un esqueleto metálico, la persona debe de llamar a quien quiere ver por su nombre: eso consigue que el alma de esa persona quede atrapada en el esqueleto, arrancada del cielo para siempre.
Enfurecida por eso, la persona-ahora-akuma mata a quien lo llamo, y ocupa el cadáver, volviéndose un arma para el Earl, alimentándose de muerte y humanos. Lo único que puede destrozar a los akuma es la inocencia. [Toca su martillo]