[Se queda en silencio un momento, como luchando contra algo. Pero no aleja su mano.]
... No. No quiero que te alejes. Eso no cambiaría cómo me sentiría si llegaras a irte de nuevo. [Alza la mirada un poco, respecto a lo segundo. Sonríe apenas.] ¿Sí? ¿Se ofrecería a ayudarme?