Hm. [Sonríe apenas, dándote un apretón suave en el hombro. ¿Ves? Es lo que dice.][...]
Pero no soy tonto, Cowboy. Sé lo que eres, y las cosas que haces. Lo sé desde antes de conocerte. Eres un mentiroso, un ladrón, un cretino, un aprovechador, un pervertido. Un burgués. [Por una vez no parece estar diciendo nada de eso como insulto, sólo como hechos.]
Y aún así... no creo que pudiera quererte si no fueras eso. Porque entonces significaría que no eres tú.