[Baja la vista al pomo de la puerta y mueve la mano para intentar girarla, pero obviamente está cerrada. Por un segundo considera simplemente botar la puerta y exigir que le expliques qué acaba de pasar, pero... lo piensa mejor. Todavía está enojado y herido, y probablemente sólo termine gritándote, así que tal vez sí sea mejor alejarse por un rato. Además, sí se da cuenta de que algo más está pasando.]
[Así que vas a escuchar sus pasos alejándose de tu puerta.]