[Asiente un poco, bajando la mirada y agachándose para recoger la bolsa con lo que había comprado, tratando de aprovechar eso momentos para poner su expresión en algo más neutral. Todavía no está seguro de nada-- todo sucedió demasiado deprisa. Que le digas de tu novio no es algo nuevo. No es algo sorpresivo]
Por supuesto. Creo que yo, por seguridad, me quedaré en la Iglesia por el resto de la tarde. ¿Otro día para películas?
[Y hay un pequeño dejo de desesperación. Porque también para él, lo principal, es que no quiere perder tu amistad]