[Frunce un poco el ceño y abre la boca como para protestar... pero luego parece cambiar de idea, y vuelve a cerrarla. Suspira algo descontento, un poco rindiéndose, aunque al menos consigue que su voz sea más queda que nada.]
Estás frío. [Dice, tocando la piel de tu espalda.] Deberíamos salir ya.