Se me ha dicho que el alma de mi hermana Ariana está atrapada en esta lámpara, y que se extinguirá para siempre si no la alimento. Ariana ya se extinguió una vez, por culpa mía. [...]
Pero, por el poco tiempo que tuve la fortuna de conocer a mi hermana, y para todo el perjuicio que pude haberle causado, sé que Ariana tenía un corazón dulce, y tan generoso como yo pocas veces supe serlo. Nunca hubiera deseado que el calor de su alma dependiera de que yo vagara por estos bosques hasta convertirme en un espectro también.