[Aún está intentando decidir qué piensa de ti. El parecido con Cenred continúa descolocándola un poco, pero sabe de sobra que eso es algo que puede pasar en este lugar. Aún así, le causas curiosidad.]
[Una vez adentro, te hace un gesto lánguido a un asiento de mimbre por ahí, moviéndose al fuego para buscar una tetera.] Ponte cómodo.