[Te habla mientras siguen ahí, sentados a la mesa. Él no ha probado bocado de su plato, tan enfrascado está en hablarte, lo que es muy poco común de él: pero tras el silencio y la soledad de los últimos días, casi se siente obligado a llenarlo con palabras ahora que tiene a quién hablarle.]
... tres pisos y al menos un par de hectáreas de jardín. Llevo casi una semana aquí y aún no termino de recorrer todas las habitaciones del primer piso.