[Y en ese momento, el rey de caballeros miró a su izquierda.] [...] Maíz...
[Y entonces miró a su derecha.] [...] ... Calabazas.
[Y olvidando su desconcierto -olvidando su desconfianza- se sumió en la más seria contemplación, haciéndose una sola e importante pregunta: ¿Dónde se supone que debe cenar ahora?]