Cuando nos encontramos, me preguntaste si no tuve suficiente con nuestro duelo. Si junto a la doncella hubieramos sido los ganadores, tu reacción al verme habría sido más hostil, pero no mostraste atisbo de rencor hacia mí; eso significa que perdí.
No me agrada que las almas se llenen de odio, por lo que es normal que quisiera salvar la tuya y no hay otra razón por la que me enfrente a ti tan directamente.
[...] Quería hacerlo ahora, pero sí ya perdí una vez junto a Ruler, no hay forma de que lo logre solo.