Y tú definitivamente no eres una detective. [Fuerza una sonrisa.] No, pero tengo que tomar la apariencia de una-- gajes del oficio, o algo así. [Damn u, jefe.]
¿Y tú? ¿Qué se supone que seas? [Te está mirando más atentamente ahora, aunque al no percibir divinidad en ti, no está tan a la defensiva como podría. Pero podrías ser un demonio también.]