Uno no tiene que regresar a la situación abusiva dónde nos encontrábamos, sin embargo, tenemos que afrontar lo que causó en nosotros y nuestro comportamiento y relaciones para con los demás. Estar en una situación dónde estás fuera de control provoca, la mayor parte de las veces, que generemos mecanismos de defensa que pueden ser tanto autodestructivos como saboteadores como también abusivo hacia otros.