[Se queda muy quieto, mirándote. Y, como siempre, es una alegría y un alivio tremendo volver a verte. Pero también se da cuenta de que no es... tan abrumador, como hubiera sido antes. No siente la desesperada necesidad de ir a aferrarse a ti, comprobar que eres real y estás aquí.][...]
... Yeah. [Sonríe apenas, con una ligera mueca, casi como disculpándose.] Soy yo, Dean.