No hay daño en ello, supongo. [Mientras sea un poco. Alza su muñeca para presionar unos cuántos botones en un reloj de aspecto elegante y bastante tecnológico. La pantalla se ilumina, y tras apretar otros botones más, se proyecta desde el reloj una pantalla holográfica con una entrada en una enciclopedia que se titula "Magi-tecnología en Nadalandia".]