[Vuelve a reclinarse contra su asiento, asintiendo amablemente.]
Por supuesto, por supuesto. Nunca está de más cerciorarse. Sobre todo teniendo en cuenta que el Gremio estaría más que encantado de recibir nuevos miembros. Pero, alas, hay algunos magos que prefieren trabajar en solitario, y no hay mucho que se pueda hacer al respecto más que respetar su decisión.
[Alza una mano.] No me refiero a ti, por supuesto. Ya has dejado más que claro que no es tu caso.