[Lo que te vas a encontrar es una habitación cualquiera, iluminada sólo con velas (gracias por eso, apagón), puestas en varias partes estratégicas, y con música suave sonando desde algún sitio. También hay una mesa servida con una cena para dos, junto a la que está de pie él, que gira cuando siente la puerta abrirse.]
Ah. [Asiente, con gesto satisfecho.] Lo conseguiste. Bien.