Maricona sakdjkasld
[...] [De todos modos, seguía sin ser la persona que tu conocías.]
Lamentablemente, no puedo creer en tu palabra. Y déjame advertirte que si llego a enterarme que intentas atacar a alguno de mis seres queridos, o te unes a un complot para ellos, yo no dudaré un segundo en ir por tu cabeza. [...] No voy a dejar que nadie más salga herido.