[En el sueño, se ve a teeny!Fuego tratar de hacer que su padre cambie de idea con sus poderes. Y funciona... hasta que Fuego libera el control sobre su padre y vuelve a planear el asesinato del segundo príncipe. Cómo planea una guerra.
Una noche, teeny!Fuego abraza a su padre con fuerzas y Cansrel se ve sorprendido pero le devuelve el abrazo con cariño, preguntándole qué le preocupa, si alguien fue malo con ella, prometiéndole siempre estar ahí para protegerla, pidiéndole que no llore. Le pregunta si quisiera, al día siguiente, que sólo los dos fueran a cabalgar un rato. Un día sólo de padre e hija, sin aldeanos que los miren con odio o desconfianza.
Teeny!Fuego, con voz entrecortada por las lágrimas, le dice lo mucho que le gustaría eso, antes de separarse e irse de dónde su padre está sentado.
Y tras un rato, con teeny!Fuego escondida de la melancolía de su padre, empieza a usar sus habilidades para manipularlo. Primero a que tome un poco más de vino. No mucho. Sólo lo suficiente para que baje sus defensas. Y cuándo ya es más sencillo eso, cómo es el recuerdo de Fuego, podrás sentir dejos de lo que estaba dirigiendo hacia su padre. Convencerlo de que quería ir a revisar a sus bestia-monstruos en el sótano. Cansrel levantándose, bajando las escaleras hacia dónde decenas de animales gritan y rugen al verlo, todos medio muertos de hambre.
Y en una de las jaulas, un leopardo de pelaje azul-plata-violeta ruge y gruñe, hambriento y furioso.
Pero lo que Cansrel ve es... un bebé. Ve a una bebé de unos cuántos meses, de cabello rojo, naranja, violeta y rosa, estirando los bracitos hacia él, el bebé llorando, pidiendo consuelo. Y Cansrel no duda, abre la jaula inmediátamente con su llave, llamando hacia la bebé.