¿Mi deshonra no existe? ¿Qué puedes saber tu, el rey de caballeros que no está bajo las órdenes de nadie, acerca de traicionar al señor al que sirves?
[Duele, siente como lo quema por dentro pero no es la herida de su lanza atravesando su corazón. Es el ardor de la amargura por ser traicionado cuando estabas haciendo lo mejor por remediar tus errores, de la rabia por saber que por más injusto que sea no tienes porque quejarte de tu destino.
Pero lo odias. Odias que todo haya terminado así, y no haber podido hacer nada para remediarlo.]