[Frota tu espalda, besando la parte superior de tu cabeza.
Y en medio de la oscuridad, se empiezan a escuchar gritos. Gritos de un hombre y una voz suplicante de una mujer diciendo algo y otro grito: '¡Qué me importa que tu mocoso esté durmiendo!'. Y Percy se tensa violéntamente antes de forzarse a relajarse]