[La escena cambia al mismo parque en el que estuvieron al comienzo, pero esta vez Hikaru está solo. Se ve desanimado y angustiado, completamente diferente al Hikaru alegre y enérgico que conoces.
Toma una piedra entre sus dedos y por unos momentos sus ojos se iluminan con un fuego que quizá hayas visto en él cuando está frente a un tablero de go. Pero al final sacude la cabeza, lanza la piedra y su mirada vuelve a apagarse. "No volveré a jugar".]