Llegas a salones de piedra, y este pensamiento te asalta con una claridad que borda en lo sobrenatural: Sólo los muertos descansan. No hay una entrada, pero la lógica te hace (desear) pensar que seguramente hay una salida en algún lado. Que tal vez si caminas por estos salones encontrarás a la dueña escondida entre las sombras que arrojan los pilares.
O tal vez no pienses en nada, y sólo te interese salir ahora, y salir ya. ]