[Nota la pausa, pero no tiene idea de qué podría causarla así que no reacciona como mucho y sólo suspira] A como lo veo... estamos los que estamos en Nadalandia. Y está la Gerencia. Y mientras la Gerencia siga tratándonos de juguetes, creo que es mejor tenerles desconfianza.
[Te sonríe un poco]
Pero tienes un buen corazón, Max, pensando así. Te llevarías bien con mi esposa. Es el tipo de cosas que Guinevere pensaría.