Hey, no tienes que disculparte por nada. Nico, esto no es tu culpa. Sé que lo has hecho lo mejor que has podido, pero tú también tienes tus problemas. [Le da un ligero apretón a tus hombros, tranquilizador.]
Está bien. Lo entiendo. No es como si yo hubiera podido hacer mucho para ayudarte a ti tampoco.