[A lo largo de la noche lucha por soltarse a veces, perdido en lo que está viendo y escuchando, y es fuerte, así que perdón de antemano por los golpes que pudo haber habido.
Y no es hasta que está saliendo el sol que la tensión abandona su cuerpo y prácticamente se derrite en el abrazo con un sollozo de alivio, la garganta reseca por los gritos. Ya puede escuchar otra vez y ver otra vez bien]